Un Viaje Inspirador: De una Pequeña Comunidad al Servicio de la Nación
Mi nombre es Luis Roberto Sacatoro Ante. Tengo 21 años y soy originario, con mucho orgullo, de la comunidad de Malingua Pamba. Desde muy joven, he creído que con esfuerzo, perseverancia y fe, todo es posible.
Comienzos Humildes
Crecí en un hogar sencillo, rodeado de grandes valores como el respeto, la responsabilidad y el trabajo duro.
Mi familia siempre me impulsó a superar cada obstáculo, sin importar lo difícil que fuera.
Desde temprana edad soñaba con usar un uniforme policial — no solo como una profesión, sino como una verdadera vocación para servir y proteger. Cuando postulé a la escuela de formación, sabía que llevaba conmigo las esperanzas de mi comunidad.
Como miembro orgulloso del pueblo Panzaleo, abracé mi identidad y utilicé mi lengua materna, el kichwa, para honrar mis raíces. Este sueño no era solo personal — era también el deseo de ser un puente entre mi gente y el mundo exterior.

Eligiendo Mi Camino
Mi deseo de ser policía nació al ver a miembros de la institución ayudando a la comunidad. Sus acciones me llenaron de admiración y respeto.
Para mí, esta profesión representa justicia, orden y la protección de cada ciudadano.
Superando Obstáculos
El camino para alcanzar mi sueño fue largo y desafiante.
Me postulé a la escuela de policía en cuatro ocasiones antes de ser aceptado. Cada intento fallido fortaleció aún más mi determinación.
Una vez dentro, me entregué por completo — física, académica y mentalmente. Me propuse metas personales, como correr 21 kilómetros, para poner a prueba mi resistencia. Al mismo tiempo, cursé la carrera técnica en Seguridad Ciudadana y Orden Público en el Instituto Superior de Policía, donde profundicé mis conocimientos en áreas clave como:
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Doctrina Policial
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Seguridad Humana y Ciudadana
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Derecho Penal
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Instrucción Policial
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Comunicación Oral y Escrita
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Idioma Extranjero
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Tecnología Aplicada a la Gestión Policial
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Realidad Nacional
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Prácticas Profesionales
Durante todo este camino, el apoyo de Pamelita fue una bendición.
Gracias a su beca, pude cubrir mis necesidades básicas mientras estudiaba.
Su confianza en mí, y en tantos jóvenes que luchamos por un futuro mejor, fue una fuente de motivación que siempre llevaré en el corazón.
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Un Día Inolvidable
El día de mi graduación estuvo lleno de orgullo y emoción.
Junto a mis padres, recibí con honor el título de Policía Nacional del Ecuador, así como mi título de tercer nivel. Durante la ceremonia, hice un juramento a la patria — comprometiéndome a entregar mi vida, si fuera necesario, para proteger a mi país y a su gente. En ese momento, cada sacrificio, cada noche en vela, y cada paso recorrido tuvo sentido.
Comienza un Nuevo Capítulo
Hoy sirvo con orgullo en la provincia de Morona Santiago.
Este primer mes ha sido de aprendizaje, crecimiento y adaptación. He trabajado en centros de atención ciudadana, brindado seguridad en escuelas y espacios seguros, y participado en patrullajes comunitarios. Estas experiencias han profundizado mi comprensión de las necesidades de la comunidad y han fortalecido mi compromiso de servir con honor y responsabilidad.
Un Mensaje para los Soñadores
A todos los jóvenes que persiguen un sueño: nunca se rindan.
No importa cuántas veces caigan — lo que importa es cuántas veces se levantan y siguen adelante. Cada intento vale. Cada lección cuenta.
Cada paso los acerca más a la vida que imaginan.
Alcanzar este sueño es mucho más que un título o un uniforme — es el fruto de años de sacrificio, disciplina y una fe inquebrantable.
Hoy soy prueba viva para mi comunidad — especialmente para los jóvenes del pueblo Panzaleo — de que los sueños sí se cumplen, si no dejas de luchar por ellos.
